
Un equipo internacional de arqueólogos ha revelado nuevos secretos de la Batalla de las Ardenas, la batalla más grande y sangrienta librada por Estados Unidos y sus aliados a finales de la Segunda Guerra Mundial.
Los restos arqueólogos habían quedado ocultos por el terreno accidentado y la densa vegetación. Por lo que, para el nuevo estudio publicado en la revista Antiquity, los científicos utilizaron equipos LiDAR (láseres) de alta resolución montados en un dron para investigar una sección del antiguo sitio de combate, revelando más de 1000 características previamente desconocidas.
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Oficialmente conocida como la Contraofensiva de las Ardenas, la Batalla de las Ardenas tomó lugar entre el 16 de diciembre de 1944 y el 25 de enero de 1945 en la región boscosa de las Ardenas en el este de Bélgica y Luxemburgo.
La batalla fue una de las campañas militares más significativas de la última parte de la Segunda Guerra Mundial y la última gran ofensiva de Alemania para detener el avance aliado en Europa occidental y evitar la derrota que llegó unos meses después.
Al final de la Contraofensiva habían participado más de 700 000 soldados estadounidenses, entre más de un millón de tropas aliadas; y más de 80 000 estadounidenses murieron, desaparecieron o resultaron heridos en la batalla de seis semanas que se llevó a cabo bajo la nieve y el frío intenso. Del lado alemán, estuvieron involucrados más de medio millón de soldados, y las pérdidas fueron aún peores, con un estimado de 120 000 bajas.

A pesar de su importancia histórica, el campo de las Ardenas quedó oculto debido a la densa cubierta forestal de la zona que cubrió la mayoría de los rastros de la batalla en el paisaje.
«Aunque este es un campo de batalla de ‘alto perfil’, estudiado intensamente por historiadores militares y el tema de gran atención en museos y los medios populares […] poco se ha publicado sobre sus restos materiales», escribe el equipo en su artículo. «Se ha demostrado que las vastas áreas boscosas del noroeste de Europa contienen paisajes bien conservados de la Segunda Guerra Mundial».
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En el nuevo paper, el equipo seleccionó una parte del campo de batallas, una zona entre St. Vith y Schönberg, ubicada en la parte central de la Ofensiva de las Ardenas, una zona muy disputada en aquellos días por ambos bandos. «El sitio es un paisaje montañoso con extensos bosques, profundamente divididos por el río Our y sus afluentes», dijo el equipo.

Los científicos inspeccionaron el sitio con un dron aéreo equipado con LiDAR de alta resolución, que significa Detección láser y alcance. Una tecnología similar al radar pero usando pulsos de luz láser en lugar de ondas de radio. En este caso, el equipo usó SLAM-LiDAR (localización y mapeo simultáneos) para crear mapas de alta resolución del área de estudio y luego los extrapolaron al campo de batalla más amplio para comprender mejor las características que habían sido visibles en un conjunto de datos LiDAR anteriores de baja resolución.
Con esta tecnología (SLAM-LiDAR), utilizado por primera vez en arqueología de conflictos, los científicos identificaron más de 1 000 reliquias arqueológicas en el paisaje, incluyendo cráteres de bombas, excavaciones de movimiento de tierra, trincheras para uno o dos soldados, refugios más grandes con entradas y salidas, y emplazamientos de artillería ocultos en el bosque previamente desconocidos.

«Con la excepción de los cráteres de las bombas, estas características se ubican exclusivamente en los bosques, particularmente cerca de los perímetros, posiblemente debido a consideraciones tácticas», escribió el equipo.
Además, los científicos también encontraron artefactos de la batalla, incluyendo mechas para proyectiles de artillería, restos de granadas, placas de metal para alimentos y fragmentos de una bolsa para el propulsor de un arma estadounidense de 155 milímetros.
A pesar de los detalles, los autores indican que el número de características identificadas es posiblemente una subestimación, ya que muchas características más pequeñas, como trincheras y otros escondites no habrían sido detectadas por la cobertura LiDAR, y solo podrían identificarse con estudios de campo adicionales.

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Después de descubrir estas características en el mapa virtual, los investigadores visitaron los sitios y rastros arqueológicos para confirmar algunas las zonas superficiales que habían observado, lo que les ayudó a identificar tres fases distintas de la Batalla de las Ardenas.
La primera fase tuvo lugar antes de la ofensiva, dicen los autores, durante la cual se mantuvo una línea de frente estable (de septiembre a diciembre de 1944). Durante esta fase, los batallones de artillería de campaña de los Estados Unidos se habrían colocado unos pocos kilómetros al oeste de la línea del frente, donde establecieron al menos tres posiciones de baterías de artillería en campo abierto. Si bien, estas características posteriormente fueron borradas por la agricultura de la posguerra, el equipo encontró fusibles de artillería, plataformas de artillería y fortificaciones de campo que creen que probablemente se pueden atribuir a esta fase previa a la ofensiva.

Durante la segunda fase, al comienzo de la ofensiva alemana, más de 200.000 soldados alemanes y casi 1.000 tanques lanzaron un ataque contra los soldados aliados. Este caos dejó fortificaciones de campo y objetos alemanes en los bancos de artillería estadounidenses, lo que probablemente significa que las fuerzas alemanas utilizaron fortificaciones estadounidenses abandonadas durante la batalla.
La fase final fue el punto de inflexión de esta batalla, marcada por «numerosos cráteres de bombas existentes», que «indican que las fuerzas aéreas aliadas pudieron establecer un dominio táctico una vez que mejoró el clima, a partir del 23 de diciembre», escribieron los científicos. Sin embargo, los investigadores agregaron que algunos de estos cráteres pueden haber sido de puntos anteriores de la batalla y probablemente estén asociados con el bombardeo de puentes, carreteras y cruces de carreteras para interceptar a las fuerzas alemanas e interrumpir sus rutas de suministro.

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«Nuestros resultados, que documentan muchos tipos diferentes de restos y varios grupos bien definidos, aumentan notablemente el conocimiento sobre el conflicto que se desarrolló en este paisaje», dicen los autores. «A pesar de la escala y la importancia de la Batalla de las Ardenas, y de los numerosos relatos históricos de la misma, hasta la fecha, la evidencia arqueológica relacionada con estos eventos no se ha integrado en los registros oficiales de los sitios y monumentos de esta región».
Debido a que la nueva técnica se puede aplicar a otras áreas boscosas de Europa, este primer estudio con SLAM-LiDAR podría tener implicaciones dramáticas para nuestra comprensión de los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial.

También abre nuevas posibilidades para la protección de valiosos sitios patrimoniales.
«…Podemos pensar en estos paisajes como ‘los últimos testigos’ de conflictos particulares, cuando las últimas generaciones de personas con experiencia de primera mano de esas batallas hayan fallecido», concluyen los autores.
Paper de pago, descárgalo aquí gratis. Cortesía de Iwa López.
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[Desde Guna Yala, un artículo de Morbeb]
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