Un equipo internacional de biólogos ha descubierto dos nuevas especies de plantas carnívoras en Ecuador: Pinguicula jimburensis y Pinguicula ombrophila.
Las nuevas especies pertenecen al género Pinguicula, un género de plantas que consta de aproximadamente 115 especies aceptadas hasta ahora. Las especies se distribuyen principalmente en Eurasia y América, siendo México el país que reúne la mayor diversidad con al menos 48 miembros conocidos.
El grupo comparte algunas características en común, como su tallo corto que da lugar a una roseta basal (sus hojas y sus flores están cerca del suelo) y en su mayoría suelen ser perennes (tiene una vida larga). Pero su característica más distintiva es su carnivoría.
Debido a su hábitat deficiente en nutrientes, estás plantas han desarrollado una estrategia para compensar sus carencias nutricionales alimentándose directamente de los animales. Esto les da una ventaja competitiva sobre otras plantas, ganando la habilidad de prosperar en ambientes desafiantes.
Para ello, sus hojas se han modificado con pelos glandulares que producen una secreción pegajosa, capaz de atraer y capturar pequeños artrópodos (insectos, arañas). Así como glándulas que secretan enzimas especializadas (moléculas que cortan otras moléculas) con las que digieren a sus presas.
Se ha demostrado que las mismas glándulas responsables de la secreción de enzimas también participan en la absorción. Esto es, cuando la víctima queda inmóvil la planta empieza a «jalar» sus enzimas y con ella las partes nutritivas del artrópodo. Luego, desde las hojas, las proteínas y los aminoácidos de la presa pasan al tallo y a las raíces en crecimiento gracias al Xilema, el tejido conductor de agua en las plantas.
Pero ninguna enzima llega a digerir el esqueleto externo de los animales, por lo tanto, los cuerpos permanecen como cascarones vacíos después de haberse digerido sus tejidos internos.
Si bien, el género tiene una gran diversidad en América Central, México y el Caribe, sólo se conocen unas pocas especies de América del Sur y están restringidas a la cadena montañosa andina. En Ecuador, antes del nuevo paper, sólo se conocía una especie: Pinguicula calyptrata.
«En el estudio actual», escribieron los investigadores, «documentamos dos nuevas especies endémicas estrechas de Pinguicula del sur de Ecuador como resultado de exploraciones botánicas recientes».
Las nuevas especies se suman a la biodiversidad de la zona Amotape-Huancabamba (frontera entre Ecuador y Perú), y realza su importancia como un punto crítico que necesita protección urgente, concluyeron los autores.
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Pinguicula jimburensis
Pinguicula jimburensis fue descubierta en las Lagunas Negras de Jimbura (de ahí su nombre), en el Parque Nacional Yacuri (Loja, Ecuador) a 3 200 y 3 500 metros de altura.
La especie sería endémica del sitio del hallazgo. Aunque los investigadores indican que también podría tener su hábitat en Perú, ya que la frontera entre los dos países es sólo de unos 3 km en una línea recta desde donde se descubrió la especie.
Entre sus características principales, es una hierba perenne; sus hojas son erectas de color rojo y salpicado de verde a lo largo de la nervadura central y dispuestos en roseta.
Además consta de una sola flor, sin paladar amarillo distintivo (una estructura que sale del interior, ver la otra especie) de otras especies cercanas.
Crece entre la hierba y la vegetación arbustiva del páramo alrededor del complejo lagunar, especialmente en áreas pantanosas. «Esta localidad se encuentra dentro de una zona mucho más extensa», indica el artículo. El sitio se caracteriza «por una nubosidad constante y lloviznas con fuertes vientos».
Según los autores, solo se descubrió una población de aproximadamente 50 individuos maduros en el Parque Nacional Yacuri. Como el hábitat está muy cerca de la orilla de la Laguna Negra y expuesto a las actividades humanas, el equipo sugiere que la especie debe ser agregada a la lista de «Especies Vulnerables».
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Pinguicula ombrophila
Pinguicula ombrophila se descubrió a 2 900 metros de altura en la Reserva Biológica Cerro Plateado (Zamora, Ecuador), una de las áreas protegidas gubernamentales a lo largo de la Cordillera del Cóndor.
Se diferencia de P. jimburensis en su hábito litófita. Es decir, a diferencia de su «primo» esta especie crece sobre paredes rocosas de arenisca.
Además, tiene hojas planas en roseta y consta de una sola flor de color marrón púrpura, y un paladar amarillo distintivo.
Según sus descubridores, su nombre se debe al hábitat particular de las plantas. La especie, prefiere condiciones muy húmedas donde no sólo se obtiene humedad constante del suelo del páramo inundado, sino que también está completamente expuesta a las altas cantidades de precipitación y niebla típicas de su hábitat.
Así, el nombre ombrophila significa «amante de la lluvia», se forma de la unión de dos palabras latinas «ombros» (lluvia) y “philos” (que ama/es aficionado).
Durante su investigación, los científicos descubrieron sólo una población con 15 individuos maduros.
Por lo tanto, aunque su hábitat es una zona aislada y de difícil acceso, el cambio climático podría afectar a la especie. Una consideración que llevó a los botánicos a evaluarla como una especie vulnerable.
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[Desde Guna Yala, un artículo de Morbeb]
