
Arqueólogos de la Universidad de Kiel (Alemania) han descubierto 38 cuerpos en un asentamiento neolítico en Eslovaquia, indicado un comunicado de prensa a mediados de enero.
Si bien los cuerpos están preservados, a 37 de los restos les falta la cabeza. Además los huesos estaban revueltos, lo que sugiere que habrían sido arrojados de forma deliberada.
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El hallazgo se dió en 2022 en el sitio arqueológico Vráble-Ve`lke Lehemby, un asentamiento que data de 5 250 y 4 950 a. C. El sitio representa uno de los asentamientos más grandes del Neolítico temprano, finales de la Edad de Piedra, en Europa Central.
Los artefactos de Vráble están asociados a la Cultura de Cerámica Lineal (LBK, siglas en alemán) o las primeras comunidades agrícolas verdaderas del viejo continente. La Cultura de Cerámica Lineal no solo se distribuyó en Eslovaquia sino por toda Europa central, desde Ucrania hasta Francia, y se caracterizó por sus decorados con bandas de líneas rectas o curvas (de ahí su nombre) en las vasijas de cerámica hechas de arcilla.
En 2020 los arqueólogos de la Universidad de Kiel revelaron el hallazgo de más de 300 casas agrupadas en tres asentamientos vecinos. Los investigadores contaron hasta 80 viviendas construidas y un estimado de 590 habitantes que habían ocupado el sitio en un momento dado. Uno de estos asentamientos estaba rodeado por un foso, un complejo sistema de cerramiento con zanjas de 1,3 kilómetros de largo que dificultaba el acceso, por lo tanto lo separaba de los otros dos «barrios».

Dentro de esta zanja, los científicos ahora informan el hallazgo de 38 cuerpos repartidos en un área de unos 15 metros cuadrados que se suman a otros numerosos esqueletos encontrados anteriormente en Vráble.
Los cuerpos estaban uno encima del otro, uno al lado del otro, estirados boca abajo, agachados sobre los costados o boca arriba con las extremidades abiertas.
La posición de los esqueletos no sugiere que los muertos hayan sido enterrados cuidadosamente. Más bien, la mayoría de ellos habrían sido arrojados o rodados a la zanja.
A todos, con la excepción de un bebé, les falta la cabeza, incluida la mandíbula inferior, indicaron los arqueólogos.
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No se sabe cómo estos cuerpos llegaron al sitio o cómo perdieron sus cabezas, pero la posición de algunos cuerpos sugieren enterramientos a lo largo del tiempo. Es decir, los decesos no habrían ocurrido al mismo tiempo.
«Es posible que los cuerpos ya esqueletizados fueran empujados hacia el centro de la zanja para hacer espacio para otros nuevos», dijo Katharina Fuchs, antropóloga de la Universidad de Kiel, en el comunicado.
«En algunos esqueletos, se conserva la primera vértebra cervical [hueso del cuello, cerca del cráneo], lo que indica una extracción cuidadosa de la cabeza en lugar de una decapitación violenta y despiadada».

Pero las observaciones son muy preliminares y varias cuestiones están sin confirmarse. Por ejemplo, tampoco está claro si las cabezas se removieron antes o después de la muerte. O lo qué pudo haber representado dicho acto de «extracción».
En una nota previa publicada el año pasado con los primeros reportes de restos óseos, el equipo hizo incapié en los posibles razones de culto en forma de los entierros. En muchas sociedades prehistóricas, dijeron, así como en algunas sociedades actuales, hubo y hay diversos cultos a los antepasados en los que se guardaba a los difuntos o partes de ellos.
«Los cultos a las calaveras y el desmembramiento de cadáveres eran comunes en el Neolítico y estaban vinculados a ideas mágicas o religiosas, cuyo significado, naturalmente, no conocemos. Pero está claro que las personas trataban a sus muertos de manera diferente», escribieron los arqueólogos.

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En ese entonces, en 2021, los investigadores encontraron que además de las cabezas, a los esqueletos les faltaban las manos y los pies. Por lo tanto, la remoción de ciertas partes del cuerpo parece haber sido un acto consciente (algo cultural) con reglas bien definidas. Sin embargo no está claro dónde quedaron los huesos que faltan.
Aparte de la explicación religiosa, el acto de guerra tampoco se descarta. Es perfectamente factible que estas cabezas fueran removidas como un acto violento de guerra o disuasión, dijeron los arqueólogos.
«Hay un escenario de este evento de matanza con tomar las cabezas como trofeos, por ejemplo, y ponerlas en las empalizadas», dijo Fuchs a Business Insider. «No podemos descartarlo».
Además estas fosas también podrían interpretarse como el lugar de enterramiento de personas rechazadas por la sociedad, como los delincuentes. Las cabezas que faltan también recuerdan la decapitación de criminales en épocas anteriores.
Con todas las hipótesis, el verdadero motivo de este tipo de enterramientos queda abierta a más análisis. Lo que sí está claro, indican las excavaciones, es que hubo un momento en Vráble en qué los recursos disminuyeron, esto habría conducido a rivalidades entre los tres asentamientos que luego llevaron a su colapso.
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[Desde Guna Yala, un artículo de Morbeb Science]