Lo que muchos vaticinaban desde hace meses se cumplió: Google anunció el final de Stadia, su plataforma de juegos en la nube, a solo tres años de haberse lanzado.
«Si bien el enfoque de Stadia para la transmisión de juegos […] se basó en una sólida base tecnológica, no ganó la atracción entre los usuarios que esperábamos», indicó Phil Harrison, vicepresidente y Gerente General de Stadia, en un comunicado.
«Por lo que tomamos la difícil decisión de comenzar a reducir nuestro servicio de transmisión».
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Google Stadia se anunció por primera vez en 2019. Si bien prometía revolucionar la industria de los videojuegos al usar los servidores de Google, y «llevar la cosas a un nivel más alto» que sus competidores, como como Xbox Game Pass y PS Now, ya entonces empezó con varias críticas.
Al principio la empresa prometió que se podría acceder a Stadia con cualquier calidad de conexión a Internet, y transmitir a casi cualquier dispositivo (televisores, móviles, portátiles, etc) siempre y cuando estuvieran conectados a Google.
La compañía ofreció la plataforma por un paquete de Edición de Fundador de unos 125 dólares aproximadamente. Una Edición que incluía un controlador personalizado, un Chromecast Ultra para transmitir juegos a un televisor y tres meses de Stadia Pro.
A su vez una suscripción costaba 9.99$ dólares al mes (aún se anuncia a ese precio al momento de este artículo) e incluía acceso a varios juegos mientras se paga el servicio.
Pero en el momento del lanzamiento, incluso las personas con las conexiones más rápidas a Internet encontraron fallas, caídas de velocidad de fotogramas y retrasos masivos en las entradas del controlador.
Además se lanzó sin características que se consideran estándar para la mayoría de las consolas y servicios de juegos, como los logros. Errores que llevaron a una recepción mixta entre los fanáticos.
Estos fallos que debían tener soluciones inmediatas se convirtió en una tendencia que continuó a lo largo de la vida del servicio.
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Sumado a esto, y a pesar de tener un an amplio repertorio de títulos fuertes, como Destiny 2 o Cyberpunk 77 y su propio juego exclusivo Gylt, en su biblioteca, Google cerró su propio equipo de desarrollo de Stadia el año pasado.
Luego del cierre del equipo, empezó a vender su tecnología a otras empresas para centrarse solo en juegos de terceros. Lo que en vez de «revolucionar» la industria lo situó a la par, e incluso menos, de sus competidores.
«La tecnología de Stadia era realmente buena: al usar los servidores en la nube de Google, te permitía jugar sus juegos en cualquier pantalla, desde un teléfono hasta un navegador web, siempre que tuvieras un controlador a mano. Liberó los juegos de las costosas consolas y PC, algo que se ha predicho como el próximo gran avance en la industria de los videojuegos durante al menos una década. Y, sin embargo, Stadia no pudo atraer público», escribió Mikhail Klimentov en The Washington Post.
«Los juegos en la nube son una de esas ideas que son geniales en teoría, pero que aún tienen que encontrar una aplicación práctica», agregó.
Por lo pronto Google reembolsará todas las compras de hardware de Stadia realizadas a través de Google Store. Al igual que todas las compras de juegos y contenido adicional realizadas a través de Stadia Store, indicó el comunicado.
Los usuarios que compraron paquetes de Stadia Controller, Founders Edition, Premiere Edition y Play and Watch con Google TV a través de Google Store también recibirán reembolsos sin tener que devolver el hardware.
Sin embargo las suscripciones de Stadia Pro no recibirán su pago, ya que seguirán teniendo acceso a su biblioteca de juegos y sin pagos adicionales hasta el 18 de enero de 2023 cuando la plataforma cierre por completo.
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Si bien Stadia fue un fracaso su vicepresidente indica que la tecnología detrás de ella continuará viva a través de otros proyectos de Google.
“Vemos oportunidades claras para aplicar esta tecnología en otras partes de Google como YouTube, Google Play y nuestros esfuerzos de Realidad Aumentada (AR), así como ponerla a disposición de nuestros socios de la industria, lo que se alinea con el futuro de los juegos”, escribió Harrison.
“Seguimos profundamente comprometidos con los juegos y continuaremos invirtiendo en nuevas herramientas, tecnologías y plataformas que impulsen el éxito de los desarrolladores, socios de la industria, clientes de la nube y creadores”.
Con la retirada de la plataforma, Stadia se suma a las decenas de proyectos de Google que la empresa ha enterrado desde su fundación, ya sea por fallas o por falta de usuarios, como Google Glass, numerosos productos de realidad virtual e incluso su red social Google Plus que corrieron la misma suerte.
«Todo su modelo [de Stadia] probablemente estuvo condenado al fracaso desde el principio», escribió Devin Coldewey en un artículo de opinión para TechCrunch.
«Pero incluso una posibilidad remota puede convertirse en un producto exitoso con algunos pivotes si el núcleo es sólido y desarrolla una comunidad grande e invertida». «[Lo que] nunca fue el caso de Stadia».
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[Desde Guna Yala, un artículo de Morbeb]
