¿Los Astronautas eructan en el espacio?

En el espacio, eructar no es como en la Tierra debido a la microgravedad. El ex comandante de la ISS, Chris Hadfield, explicó que en el espacio, los gases, la comida y los líquidos en el estómago flotan juntos. Al eructar, pueden salir líquidos y otros contenidos del estómago, debido a la falta de separación en la microgravedad.

Explorar el espacio es una hazaña impresionante, pero vivir en él presenta una serie de desafíos únicos para el cuerpo humano, que está diseñado para la vida en la Tierra con gravedad. En este contexto, una afirmación intrigante surgió: ¿es cierto que los astronautas no pueden eructar en el espacio? Esta pregunta fue planteada al ex comandante de la Estación Espacial Internacional (ISS), Chris Hadfield, y su respuesta arroja luz sobre una experiencia inusual en un entorno sin gravedad.

La respuesta es un tanto sorprendente. En el espacio, los procesos digestivos y las interacciones de los gases son diferentes debido a la microgravedad. Chris Hadfield explicó que en el espacio, el aire, los alimentos y los líquidos en el estómago flotan juntos, formando burbujas gruesas. Por lo tanto, cuando uno eructa, existe la posibilidad de que salgan líquidos, e incluso es posible que se produzca una combinación entre un eructo y un vómito. Esta experiencia peculiar ha sido apodada como «bomit» debido a su naturaleza intermedia.


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En la Tierra, la gravedad hace que los gases asciendan a la superficie, lo que facilita los eructos. Sin embargo, en el espacio, la falta de gravedad impide que el gas suba, lo que resulta en esta combinación inusual de eructo y vómito. Además de ser desagradable, esta respuesta fisiológica presenta desafíos en la vida diaria de los astronautas. Mantenerse limpio y lidiar con la expulsión de gases en un entorno cerrado como la estación espacial puede ser complicado.

Este fenómeno ha llevado a una búsqueda de soluciones ingeniosas. Algunos astronautas han encontrado maneras creativas de manejar esta situación. Uno de ellos es Jim Newman, un astronauta de la NASA, quien desarrolló una técnica llamada «empujar y eructar«. Al empujarse desde una pared, Newman podía crear una sensación de gravedad que mantuviera los contenidos del estómago en su lugar temporalmente, permitiendo una breve oportunidad para expulsar gas sin consecuencias.

En última instancia, la vida en el espacio sigue siendo un campo de estudio fascinante y en constante evolución. Los científicos y los astronautas siguen explorando las peculiaridades de la fisiología humana en un entorno sin gravedad, y estas curiosidades arrojan luz sobre cómo el cuerpo humano interactúa con el espacio de maneras sorprendentes y, a veces, poco convencionales.

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