En una excursión en la provincia de Phang-Nga al sur de Tailandia, biólogos de la Universidad de Khon Kaen descubrieron una nueva especie de tarántula: Chilobrachys natanicharum.
La especie se decubrió escondida dentro de los huecos de los árboles con su distintiva coloración, un azul eléctrico que nunca se había observado en otro miembro del género Chilobrachys.
Si bien C. natanicharum ya figuraba en la lista de comercios de animales antes del nuevo paper, hasta la fecha no había una descripción formal de sus características ni su hábitat natural. Esto en parte porque la localidad de C. natanicharum había permanecido desconocida para las exploraciones biológicas, dicen los autores.
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La nueva especie pertenece al género Chilobrachys, un género con 31 especies de tarántulas distribuidas en Asía. Todas las especies comparten la forma del órgano estridulado (un órgano que les permite emitir sonidos al frotarlos) en forma de espina ubicado en los quelíceros (estructuras bucales en forma de «pinza»).
Dentro de su género, Chilobrachys natanicharum se diferencia de otras especies por su coloración metálica en las patas, el caparazón y los quelíceros que se acentúa en los miembros juveniles tanto en hembras como en machos.
Esta coloración no ocurre a través de pigmentos, dicen los científicos, si no a través de unas nanoestructuras que la nueva especie tiene en algunas partes corporales. Cuando la luz incide en estas estructuras, nuestros ojos captan un tono azul violeta, «parecido al color de las chispas eléctricas». Por lo tanto, depende del ángulo de la vista para observar sus colores.
Además el macho de C. natanicharum se puede distinguir por la base ancha del émbolo (parte del órgano reproductor masculino), que es plana y en forma de cuchillo. Mientras que las hembras tienen sus espermatecas (parte del órgano reproductor femenino dónde se almacena el esperma) elevadas y en forma de trapezoidales, dice el paper.
Las hembras llegan a medir unos 6,8 centímetros de longitud, en cambio los machos son más pequeños llegando a unos 5,6 centímetros de largo.
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Su nombre específico «natanicharum» se debe a una combinación de los nombres de los ejecutivos de una empresa, Nichada Properties Co., Ltd, ganadores de una subasta (Natakorn Changrew y Nichada Changrew).
«Todos los ingresos de la subasta se donaron para apoyar la educación de los niños Lahu [una tribu aborigen de las montañas del norte de Tailandia] en Tailandia y los pacientes pobres con cáncer», indicaron los biólogos
El estudio también revela que C. natanicharum seguramente se distribuye al sur de Tailandia en hábitat de bosques de manglares donde las tarántulas vivvirian dentro de los huecos de los árboles. «Se pueden encontrar en elevaciones que van desde el nivel del mar hasta zonas montañosas y viven en madrigueras tanto arbóreas como terrestres dentro de bosques siempre verdes, a elevaciones de hasta 57 metros», escribió el equipo.
Su estado de conservación no se menciona en sí, pero los investigadores concluyen que la destrucción de hábitats naturales y la caza de tarántulas han tenido un impacto devastador en las poblaciones locales de Tailandia. Por lo tanto, «es crucial conservar estas especies protegiendo sus hábitats naturales mediante el establecimiento de áreas protegidas».
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