Un dúo de biólogos del Fondo Mundial para la Naturaleza, ha captado imágenes de un hongo creciendo en la piel de una rana viva, por primera vez.
El equipo descubrió la «interacción» durante una excursión en los Ghats occidentales (India), el año pasado.
Durante su caminata, el 19 de junio de 2023, encontraron unas 40 ranas de lomo dorado intermedio de Rao (Indosylvirana intermedia) en un pequeño estanque al borde de la carretera.
En el grupo, un anfibio posado sobre una rama destacó sobre el resto: «tenía un crecimiento distintivo en su flanco izquierdo», escribió el dúo en su reporte publicado a finales de enero.
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La Indosylvirana intermedia es una rana endémica de los Ghats occidentales de Karnataka y Kerala, India, donde se encuentra en abundancia.
Cuando examinaron de cerca al espécimen, notaron que la rana tenía un hongo que brotaba de su costado. Un hongo que los micólogos han identificado como una especie de Mycena, un género de hongos saprótrofos que generalmente viven de materia vegetal en descomposición, como madera podrida.
Debido a que el anfibio no fue recolectado no se sabe con exactitud qué interacción tienen los dos organismos (si el hongo es parásito o no), tampoco se sabe si el crecimiento es superficial o si el hongo penetra los tejidos.
Aunque a simple vista no parecía ser un hongo patógeno, la rana estaba viva y en movimiento, no se puede saber con exactitud si el hongo interfiere de alguna forma en la salud de su huésped.
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Los hongos son organismos cosmopolitas, se encuentran en todo el mundo y pueden crecer en cualquier sitio. Incluso, algunas especies pueden sobrevivir en ambientes extremos.
Para que un hongo crezca, una espora se debe instalar en una superficie y producir micelio, células alargadas que absorben nutrientes, similar a la raíz de una planta. Si el micelio encuentra suficientes nutrientes, el hongo crece y se reproduce.
Generalmente los hongos son saprótrofos, descomponen los restos vegetales de los bosques, o viven en comunión con otros organismos en una relación de ganar-ganar, donde ambos se benefician.
Pero también están aquellos que son parásitos, como los Ophiocordyceps que infectan a los insectos hasta convertir a sus víctimas en «zombies». O patógenos como el Batrachochytrium dendrobatidis que causa la enfermedad quitridiomicosis (quitridos) que ha afectado a más de 700 especies de anfibios en todo el mundo.
En el caso del nuevo reporte, el crecimiento del hongo en la piel de la rana podría ser por el ambiente cálido y húmedo de la región, combinado con la piel húmeda de las ranas, una escenario «perfecto» para la interacción observada.
Un estudio publicado el año pasado, por ejemplo, descubrió que algunas especies de hongos Mycena están empezando a invadir huéspedes vivos, en lo que parece ser un salto evolutivo. Los científicos de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca, encontraron Mycenas en raíces de árboles sanos, cuando normalmente esperan la muerte de un organismo.
Además, según el estudio, parece ser el único género entre los saprótrofos con esta capacidad, ya que los demás hongos con el mismo tipo de nutrición mantienen su «comportamiento».
En este caso, tampoco está claro el tipo de relación que se mantiene entre los árboles y el hongo.
Según el artículo, la invasión de Mycenas a las plantas sanas podría ser una respuesta oportunista: invaden plantas jóvenes que son más susceptibles a infecciones, debido al impacto humano o animal. Digamos que, colonizan a las plantas sanas esperando que mueran para ser los primeros en consumir las partes del cadáver o las raíces que se van dañando al final de una temporada.
Otra hipótesis sugiere que este cambio evolutivo puede ser una respuesta a la agricultura o la ganadería, donde las plantaciones de un variedad en específica (digamos, un campo solo de papas) o el consumo de la vegetación por parte de los animales domésticos, están moldeando las comunidades de los hongos, permitiendo la aparición de nuevas capacidades de invasión en los hongos saprótrofos.
Pero hasta donde se sabe, esta es la primera vez se documenta un hongo que brota del flanco de una rana viva y aparentemente sana, concluye el reporte.
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