En una finca privada al oeste de Colombia, un observador de aves capturó las imágenes de un mielero verde con un patrón de plumaje inusual. El pájaro exhibía el típico color masculino en el lado derecho y el plumaje femenino en el izquierdo, una condición llamada «ginandromorfía bilateral». Una condición observada en la misma especie única vez hace más de 100 años.
Según el estudio, publicado a finales de diciembre, el pájaro estuvo presente durante al menos 21 meses junto a otros miembros de su especie. A menudo era evitado por otros mieleros y el ginandromorfo también los evitaba. Incluso, esperaba quedarse solo para alimentarse de las frutas que los dueños de la finca sacaban a diario. «Por lo tanto —dicen los autores– parece poco probable que el pájaro hubiera tenido alguna oportunidad de reproducirse».
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La ginandromorfía bilateral es la condición en la que un lado de un organismo exhibe caracteres masculinos y el otro femenino. El «fenómeno» se conoce en muchos grupos de animales, pero se observa con mayor frecuencia en aquellos que son sexualmente dimórficos, dónde las hembras se diferencian de los machos por algún característica visible, como la coloración.
En las aves, se cree que surge como resultado de un error durante la meiosis, la división celular que lleva a la formación del óvulo.
A grandes rasgos: durante la meiosis 1 se forman dos células, un ovocito (llamado ovocito secundario) que dará lugar al óvulo y un cuerpo polar, una célula más pequeña que el ovocito que sirve para llevar los cromosomas que serán desechados.
A la meiosis 1 le sigue la meiosis 2, dónde el ovocito se vuelve a dividir formando el óvulo verdadero y otro cuerpo polar; el primer cuerpo polar también se divide formando otros dos cuerpos polares. Al final del proceso, los cuerpos polares son eliminados quedando el óvulo maduro con un solo cromosoma esperando la fecundación.
Pero en ciertas ocasiones, el último cuerpo polar no es separado y permanece dentro del óvulo con su propio cromosoma. Digamos que, al final del proceso queda un pequeño «óvulo» con su núcleo y su cromosoma dentro del óvulo propiamente dicho. Técnicamente, «un óvulo binucleado».
Cuando esto ocurre hay una posibilidad de que se de una doble fecundación: dos espermatozoides pueden fertilizar, cada uno por separado, el óvulo y el cuerpo polar. Lo que da origen a un desarrollo embrionario inusual, donde (posiblemente) el error aparece en la etapa de dos células y persiste durante el desarrollo de las dos mitades del ave.
Es decir, después de la doble fecundación, la mitad del desarrollo corporal sigue su curso con los cromosomas ZZ (masculino) y la otra mitad con cromosomas ZW (femenino), formándose un ginandromorfo bilateral, como el pájaro documentado en Villamaría, Colombia.
El mielero verde (Chlorophanes spiza) se observó por primera vez en octubre de 2021 y permanecía en las áreas aledañas de una Reserva Natural privada durante períodos de 4 a 6 semanas, para luego migrar durante 2 meses, dice el estudio.
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El mielero Verde es un ave común que se encuentra desde México hasta Brasil; las hembras son de color verde hierba, ligeramente más pálidas por debajo, mientras que los machos son de color azul agua. Se alimenta principalmente de néctar, frutas e insectos y, a menudo, frecuenta comederos para obtener sus nutrientes.
A diferencia de la mayoría de los pájaros de un solo tono, el espécimen observado en Colombia tenía un plumaje masculino en el lado derecho y un plumaje femenino en el izquierdo, observación que se contrasta del otro único ginandromorfo documentado en la especie, un pájaro observado en 1914 con el lado derecho femenino y el izquierdo masculino.
«Lo que sugiere —dicen los científicos— que el plumaje femenino es posible en ambos lados». Conclusión que apoyaría el modelo de doble fecundación de la ginandromorfía bilateral.
Además, su pico también parecía ser consistente con la coloración masculina, un amarillo brillante, aunque la parte inferior izquierda de la mandíbula era de un amarillo más apagado similar al de las hembras.
Según el paper, el ginandromórfo se inclinaba por ser solitario, pero en general se comportaba como cualquier otro mielero verde, emitiendo vocalizaciones de vez en cuando. Sin embargo, en algún momento, se mostró territorial y no permitió que otros individuos de su especie se acercaran a los comederos. Lo que pudo haber estado relacionado con la temporada de reproducción (de mayo a julio).
Por el color de su iris, un marrón rojizo brillante, el equipo deduce que el pájaro era un adulto, ya que en los juveniles el color del iris es más apagado.
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Estudios anteriores han documentado la presencia de órganos reproductores tanto masculinos como femeninos en la misma ave, cada órgano en su lado sexual (plumaje) correspondiente.
Por ejemplo, en 2003 investigadores de la Universidad de California, en Estados Unidos, informaron el caso de un ginandromorfo de pinzón cebra (Taeniopygia guttata) cuyo plumaje del lado izquierdo era femenino y tenía los tejidos de un ovario normal a la izquierda, y un testículo maduro a la derecha.
«El comportamiento reproductivo del ginandromorfo era indistinguible del de un macho normal», escribieron los investigadores en aquel entonces. «Cuando se alojaba con una hembra, a menudo cantaba una canción completamente masculina, cortejaba y copulaba con la hembra». Pero, aunque la hembra de pinzón cebra puso e incubó varias nidadas de huevos, los huevos resultaron infértiles.
Otros ginandromorfos sí parecen haber producido descendencia. Por ejemplo, dos pinzones de Gould (Chloebia gouldiae) descritos en 1938 por científicos de la Universidad de Edimburgo (Escocia) tenían comportamientos de hembras. «Se aparearon con machos y ambas han puesto huevos», dice el informe de casi 90 años.
En el caso del nuevo estudio, el equipo no pudo determinar si el pájaro era fértil o no, o si tenía órganos reproductores internos funcionales y tampoco observaron ningún comportamiento de apareamiento o cortejo. Por lo tanto, los biólogos sospechan que no tuvo descendencia, dejándonos nada más que sus imágenes desde su último avistamiento en junio de 2023.
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