Camuflado entre las cortezas de los árboles, Uroplatus garamaso espera el momento preciso para atacar a sus presas: pequeños invertebrados que habitan los bosques secos al norte de Madagascar. Este gecko de cola de hoja, endémico del país africano, es una nueva especie, según un paper publicado en la revista Salamandra a mediados de agosto.
Descubierta originalmente en el año 2000 en el Parque Nacional de la Montaña Ámbar, Uroplatus garamaso se catalogó inicialmente dentro de otra especie, Uroplatus henkeli. Pero gracias a un análisis genético, así como un estudio detallado de las características de su cuerpo, un equipo internacional de biólogos lo ha descrito como una nueva especie.
U. garamaso se diferencia de sus congéneres por su tamaño corporal más pequeño, una cola más estrecha, un color de iris amarillento rojizo, y por la falta de pigmentación negra en la lengua.
Que la punta de su lengua sea de un color rosa en lugar de negra, es una característica clave para su descripción, dicen los autores.
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Uroplatus garamaso se descubrió al Norte de Madagascar, en un área de gran endemismo que contiene animales que no se encuentran en ningún otro sitio en el planeta. Lo que se debe a la altitud de la zona, a sus bosques secos y húmedos, a sus montañas volcánicas, así como a sus macizos de piedra caliza, dicen los biólogos.
Entre estás especies endémicas se incluyen los geckos del género Uroplatus o geckos de cola de hoja. Un género que contiene 22 especies reconocidas hasta la fecha.
Las Uroplatus especies se pueden dividir en dos categorías: las que han evolucionado para parecerse a hojas (grupo de Uroplatus ebenaui) y las que imitan la corteza de los árboles (grupo de Uroplatus fimbriatus). Las especies de esta última, al que pertenece U. garamaso, tienen colgajos de piel alrededor de todo el cuerpo y la cabeza, así como colas aplanadas. Características distintivas que los ayuda a camuflarse en su entorno, manteniéndolos a salvo de día cuando los animales duermen sobre los troncos de los árboles.
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En su estado natural, la nueva especie es de un color marrón con manchas marrones y oscuras, parecido a una corteza y una franja que va desde el cuello hasta la cola. Pero como todas las especies de su grupo, dicen los científicos, U. garamaso puede cambiar de color en momentos de estrés, lo que podría ser cuando se asustan.
Su nombre se deriva de un término malgache «maso» (=ojo, idioma local), que se utiliza en Madagascar para referirse a alguien con ojos brillantes y se debe a los grandes ojos con pupila vertical de la nueva especie.
Además de estás características, también es el miembro más pequeño de su género, con una longitud máxima en las hembras de 14 centímetros del hocico a la cloaca, mientras que los machos son más pequeños llegando hasta los 12 centímetros de longitud.
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Durante el estudio, el equipo observó numerosos individuos en los bosques secos de cuatro sitios diferentes, incluyendo bosques vírgenes, bosques degradados y cerca de plantaciones agrícolas.
Casi todos los especímenes fueron vistos cazando por la noche en los troncos de los árboles a no más de 4 metros sobre el suelo. También capturaron a dos hembras grávidas y observaron una puesta de huevos debajo de las hojas y troncos en el suelo.
A pesar de su presencia en varias áreas protegidas, dicen los investigadores, las poblaciones de U. garamaso están gravemente amenazadas. Ya que su hábitat se encuentran en elevaciones bajas donde hay una fuerte presión humana, con pastoreo de ganado y agricultura, incluso dentro de las áreas protegidas.
Sumado a esto, estás especies son apreciadas en el comercio ilegal de reptiles para mascotas, por lo tanto es común que sean arrancados de su hábitat. Aunque los científicos indican que si un pequeño número se vende de forma legal podría contribuir a estudios de comportamiento en cautiverio, lo que al final podría ayudar a salvar a la especie en caso de que sea necesario criarlos fuera de su ambiente.
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