Microsoft ha revelado recientemente un cambio importante en su política de controladores de impresora que afectará a los usuarios de Windows, incluido el nuevo Windows 11. En un documento informativo, la empresa anunció que dejará de brindar soporte a controladores de impresora de terceros en dispositivos con Windows. Sin embargo, esta decisión viene acompañada de una serie de ventajas tanto para los fabricantes de impresoras como para los consumidores.
En lugar de depender de controladores de terceros, Microsoft permitirá el uso de controladores de clase IPP (Internet Printing Protocol) y dispositivos de impresión compatibles con Mopria. Esta última opción se volvió nativa en Windows 10 versión 21H2, lo que simplifica el proceso para los fabricantes y los usuarios. Esto significa que los fabricantes de impresoras ya no tendrán que proporcionar controladores específicos, lo que supone un ahorro de tiempo y recursos para ellos.
Una de las noticias más alentadoras para los compradores es que la certificación Mopria se convertirá en un requisito obligatorio para HLK (Hardware Lab Kit). Esto garantiza que las impresoras sean compatibles con una amplia variedad de dispositivos, como PC, teléfonos inteligentes y tabletas, eliminando la preocupación de los usuarios por la compatibilidad.
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Es importante destacar que Microsoft ha establecido un cronograma gradual para eliminar la compatibilidad con los controladores de terceros v3 y v4.
Este proceso se llevará a cabo durante varios años, culminando en 2027. Sin embargo, incluso después de completar esta transición, los usuarios seguirán teniendo acceso a los controladores de terceros existentes. Esto significa que sus antiguas impresoras que aún funcionen no quedarán obsoletas cuando finalice el soporte, siempre y cuando se utilicen los controladores originales.
Desde la perspectiva del consumidor, esta transición no significa que se pierda la personalización de impresión. Los fabricantes aún podrán ofrecer aplicaciones de personalización de impresión a través de la Microsoft Store. Además, debido al enfoque más optimizado y estandarizado de los controladores, los usuarios pueden esperar mejoras significativas en rendimiento y confiabilidad, así como una amplia compatibilidad con diferentes versiones y ediciones de Windows.
En resumen, aunque Microsoft está realizando cambios en su política de controladores de impresora, estos cambios prometen beneficios tanto para los fabricantes como para los usuarios finales. La simplificación del proceso y la mejora de la compatibilidad son aspectos clave de esta transición que seguramente harán que la experiencia de impresión en Windows sea más eficiente y sin complicaciones.
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